Se cae todo

En reiteradas oportunidades se ha sostenido que Cromañón es una tragedia perfectamente repetible en cualquier momento y en cualquier lugar. La explicación es simple: se... Por Cuarto Intermedio

En reiteradas oportunidades se ha sostenido que Cromañón es una tragedia perfectamente repetible en cualquier momento y en cualquier lugar. La explicación es simple: se habilita cualquier cosa y no se controla nada. 

(Cuarto Intermedio – 22 de julio de 2011)- La semana pasada se conoció un fallo de la Justicia por el cual el responsable de una obra en construcción fue procesado por “lesiones culposas” causadas por maderas mal amarradas que se desprendieron de una terraza por una ráfaga de viento y causaron lesiones a una mujer que caminaba por la calle.La medida alcanzó a Diego Javier Trivelloni, responsable de la obra de la calle Carranza 1.424 de esta ciudad, de la que el 24 de julio de 2010, al mediodía, se desprendieron “fragmentos de madera, algunos de ellos atados con alambre, vinculables a una baranda de protección faltante en el sector medio de la terraza”. Las maderas que cayeron a la vía pública causaron “lesiones de carácter leve en Sabrina Petruelle, quien caminaba por la vereda al momento del suceso”, sostiene el fallo de la Sala Primera de la Cámara del Crimen, firmado por los jueces Jorge Rimondi, Alfredo Barbarosch y Luis María Bunge Campos.El boliche Beará, el gimnasio de Villa Urquiza, decenas de obras en construcción cuya fiscalización parece a cargo de nadie, ponen a la ciudad de Buenos Aires en un escenario de riesgo potencial permanente. No se trata de una cuestión de quién sea el jefe de Gobierno, sino de un problema estructural que no tiene solución. Y los ciudadanos están en peligro constante.