La Cámara Federal acaba de convalidar una trampa electoral frecuente y habitual en la Argentina: la “afiliación involuntaria”, esa estafa a la buena fe que significa afiliar a un partido político a alguien que no solo no ha pedido hacerlo, sino que incluso desconoce que alguien lo hubiera hecho por su cuenta.    

(Cuarto Intermedio – 8 de agosto de 2011)- Lo llamativo de este caso es que lo hizo el Partido Justicialista, que no parece necesitar afiliados truchos para sus filas. El fiscal Gerardo Pollicita apeló un sobreseimiento a favor de directivos del PJ en el marco de una denuncia formulada por Silvio José Viacaba; Claudia Elizabeth Pellegrino; Cledovia Villalba; Valeria Duque y Claudia Veizaga. Todos “desconocieron como propias las firmas que se le atribuyen respectivamente en cinco fichas de solicitud de afiliación al Partido Político Justicialista de la Capital Federal”, explica el fallo. “Las mencionadas fichas de afiliación habrían sido aceptadas y certificadas respectivamente por Héctor Menéndez (15 de febrero de 1988); Zeballos (8 de abril de 1988); Roque César Bianchi (8 de mayo de 1992); María Jimena Rabanaqué (7 de febrero de 2005) y Roberto Buján Romero (5 de octubre de 2007)”, explica la resolución. La maniobra parece clara. Sin embargo la Cámara recordó que “en causas similares a la presente sostuvo que la actitud de los delegados de los partidos políticos, como en el caso sub examine, que habrían certificado las fichas de afiliación precedentemente descriptas, no se compadece con aquella exigida por la figura que podría achacárseles -falsedad ideológica-, donde la misma reclama para su tipicidad dolo directo”. Así, entendieron que no hay delito, y en consecuencia confirmaron el cierre de la causa.