El senador nacional podría ocupar un ministerio, mientras que el ex gobernador bonaerense mantiene charlas para impulsar a un hombre de su espacio.          

(Cuarto Intermedio – 5 de septiembre de 2011)- Las versiones que señalan que el senador nacional José Pampuro y el diputado nacional del peronismo disidente, Felipe Solá, integrarían de una forma u otra el gabinete que Daniel Scioli se propone conformar para un eventual segundo mandato, forman parte de todos los comentarios que se escuchan por estos días en el peronismo bonaerense.En el caso de Pampuro -a quien, siendo presidente provisional del Senado, el kirchnerismo no le dio lugar en las listas legislativas de candidatos-, se comenta que podría ocupar un ministerio, a partir de la “estima” que le tiene Scioli, a quien le hubiera gustado que “Pepe” haya sido su compañero de fórmula para las elecciones de este año.Y sobre el ex gobernador Solá, los trascendidos, enancados en las conversaciones que éste y Scioli vienen manteniendo en las últimas semanas, señalan que el hasta ahora referente del PJ anti “K” podría ubicar un hombre propio en el futuro gabinete provincial.Sin embargo, fuentes calificadas relativizan esas versiones. Aseguran que la eventual incorporación de Pampuro al esquema oficialista provincial tiene más que ver más con la relación personal de Scioli con el senador que con una decisión de índole política. Y apuntan que el Gobernador no querría “molestar” al intendente de Lanús, el pago chico de Pampuro, de mala relación con el legislador. Concluyen, entonces, que éste podría tener un rol de asesor de Scioli “o quizás, un lugar en el Banco Provincia», donde a fin de año se producirá una renovación de su directorio.Con respecto a Solá, en tanto, las fuentes reconocen que Scioli busca atraer a su antecesor nuevamente al espacio oficialista y afirman que el diputado medita seriamente esa posibilidad, aunque no tomará ninguna decisión antes de las elecciones generales del 23 de octubre. Pero las mismas fuentes indican que un eventual acuerdo se podría traducir, efectivamente, en el ingreso de un dirigente del espacio felipista -Roberto Moulleirón o Raúl Rivara- al esquema de gobierno provincial, pero “nunca en un área del rango de un ministerio o una secretaría”.