Una vecina de Mar Chiquita “se tiró un lance” y le salió mal, con la excusa de que los poderes públicos debían haber realizado obras para prevenir la “erosión costera”, un fenómeno típico de las localidades situadas frente al mar.
(Cuarto Intermedio – 17 de enero de 2012)- La denunciante, le pidió a la Justicia en lo Contencioso Administrativo de Mar del Plata que le arreglara su casa y que, además, le pagara el proporcional de la inversión que debió haber hecho y no hizo el Estado para proteger las viviendas que dan de cara al mar. El planteo judicial pretendía un resarcimiento de los daños ocurridos en la propiedad en razón de la ausencia de ejecución de obras públicas direccionadas a detener el proceso de erosión costera y “el cese del denunciado daño ambiental, como un bien de incidencia colectiva”, mediante la realización de obras de infraestructura. Pero los jueces rechazaron el intento argumentando que “por fuera del denunciado proceso erosivo en la línea de la costa del partido de Mar Chiquita -en general- y de la zona de Camet Norte -en particular-, la accionante había argumentado escuetamente las razones por las cuales se configuraría el daño ambiental, vertiendo solo unas breves y vagas referencias a la alteración del suelo, del agua, de la biodiversidad y a la alteración del paisaje de la costa por la actividad erosiva”.El fallo aclara que no se puede legislar contra la fuerza de la naturaleza, pese a que “el Estado provincial no se ha desentendido ni de la existencia ni de la gravedad del proceso erosivo costero; por el contrario, ha echado mano a técnicas de ordenamiento urbanístico con el objeto de frenar los loteos ilimitados sobre el frente costero, fijando normas relacionadas con la ocupación y uso de la costa”.