En este mismo espacio se ha hablado en publicaciones anteriores de delincuentes de origen peruano dedicados al robo de teléfonos celulares y de colombianos que apuntan a saquear departamentos utilizando llaves duplicadas con moldes de parafina.
(Cuarto Intermedio – 20 de enero de 2012)- Hay una tercera e incipiente modalidad de delincuencia extranjera, en este caso más sofisticada y de origen más lejano.La semana pasada trascendió que “un ruso acusado de defraudación mediante el uso de tarjetas de compra, crédito o débito obtenidas del legítimo emisor mediante el uso no autorizado de sus datos”, había sido procesado por un tribunal penal.Se trata de Paul Constantinescu, quien operó con tarjetas apócrifas en cajeros automáticos de los bancos Hipotecario, Provincia de Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Credicoop y Nación, con una tarjeta de débito falsificada pero de un banco ruso, el Akb Sviaz Bank Ojsc.No es un caso aislado. El juez de instrucción Mariano Scotto detectó varios episodios similares y aunque todos fueron individualmente en apelación ante la Cámara del Crimen, lo cierto es que todo parece indicar que existe una organización que falsifica las tarjetas en la Federación Rusa y aprovecha las fallas de seguridad en la Argentina para cometer un delito trasnacional.Hasta ahora, las causas detectadas no se unificaron ni se investigan como provenientes de una misma matriz.