La denuncia presentada por el abogado Jorge Vitale para que se investigue la presunta relación del vicepresidente, Amado Boudou, con una empresa proveedora del Estado, esconde en sus repliegues bastante más que los delitos de “violación de los deberes de funcionario público, negociaciones incompatibles con la función pública y malversación de caudales públicos”.
(Cuarto Intermedio – 13 de febrero de 2012) – La causa 1.302/12 que recayó en el juzgado federal número tres, a cargo del magistrado Daniel Rafecas, desliza que Amado Boudou, a través de esa empresa -que compró Ciccone Calcográfica, vinculada con Alfredo Yabrán en los 90´ y fabricante de los billetes de moneda nacional que circulan en el país-, estaría duplicando el papel moneda y los bonos de la deuda.
De esa forma, habría dos billetes con igual numeración, pero sólo estaría registrado uno, de modo tal que el circulante es mayor que lo que está asentado oficialmente.
Y con los bonos, lo que se incrementaría sería la deuda, que según ese cálculo sería mucho mayor de lo que se declara en la contabilidad oficial.
Vitale se basó sobre dichos de Laura Muñoz, quien “aseguró que su ex esposo, el empresario Alejandro Vandenbroele, es el ‘testaferro’ del funcionario Amado Boudou”.
Rafecas tiene una causa caliente en su despacho, bastante más complicada que las cuestiones de derechos humanos del pasado con las que suele lucirse en sus fallos.