El gobierno porteño que encabeza Mauricio Macri, y un puñado de legisladores opositores acérrimos (entre ellos el ex alcalde Aníbal Ibarra), sellaron un acuerdo secreto para que vuelva a funcionar la pantalla publicitaria ubicada frente al Obelisco.

Borrando con el codo lo que escribieron con la mano, y a espaldas de la ciudadanía que los supone opositores, los legisladores suscribieron un acuerdo de conciliación con la administración porteña mediante el cual el gigantesco cartel -cuyo funcionamiento está paralizado por una orden judicial- podría volver a funcionar después de que se realizaran una serie de obras a las que se comprometió la empresa Coca Cola, que publicita en el lugar.

El acuerdo extrajudicial fue celebrado entre el gobierno porteño; un grupo de legisladores, y Coca Cola y establece la reactivación de la pantalla situada sobre los pisos superiores del situado en la intersección de las avenidas Carlos Pellegrini y Roque Sáenz Peña, en un área denominada “Isla Publicitaria”.

El acuerdo fue homologado por la jueza en lo Contencioso Administrativo y Tributario Fabiana Schafrik, pero la fiscal Mariana Pucciarello apeló la medida porque un informe de la Superintendencia Federal de Bomberos que sostiene que “ante un siniestro de magnitud, en caso de que los ocupantes del edificio no pudieran evacuarlo por sus vías naturales, se verían severamente dificultadas las tareas de rescate y extinción por parte de las fuerzas de socorro”. En otras palabras, Cromañón podría palidecer ante un incendio y la magnitud de una tragedia justo enfrente del obelisco sería gigantesca.

“El enrejado constitutivo del cartel y la estructura de sustentación no permitirían el libre acceso del personal operativo… no pudo constatarse la presencia de una tela perforada transparente… la escalera de acceso al cartel presenta inadecuada instalación y deficiente sujeción; las pasarelas de reparación y limpieza del cartel tenían dimensiones mínimas normadas para plataformas de trabajo, apenas 30 centímetros”, sostiene el informe.

Lo curioso es que Ibarra, jefe de gobierno destituido por la tragedia de Cromañón, firmó el acuerdo para que el cartel vuelva a ser encendido.