Tal como lo viene haciendo en prácticamente todos los casos de delitos de lesa humanidad, la Cámara Federal confirmó la prórroga de la prisión preventiva del ex agente de inteligencia del Batallón 601, Carlos Eduardo Somoza, pese a que lleva más tiempo en prisión que el que la propia ley argentina admite para casos en los que no hay condena.
Somoza es investigado por la desaparición de guerrilleros Montoneros en el marco de lo que se dio en llamar la “Contraofensiva”, en 1980.
Los camaristas avalaron la prórroga del encierro que había sido dispuesta por el juez federal Ariel Lijo.
Entre las razones por las cuales Somoza seguirá detenido figuran, esencialmente, que estuvo prófugo de la Justicia y tras un corto período de búsqueda fue capturado en 2009 por la Policía de Seguridad Aeroportuaria en Ituzaingó.
Somoza ya cumplió dos años con prisión preventiva sin condena, pero como evadió la acción de la justicia, los jueces entendieron que “deben tenerse en cuenta las numerosas y particulares dificultades con relación a la investigación y la colección de pruebas, que se generan tanto por el ámbito de la asociación ilícita en que se desempeñaba el imputado -con el carácter reservado de la mayoría de sus actividades- como por el espacio temporal y espacial en que se desarrollaron los hechos -un número de los acontecimientos en estudio abarca distintas zonas del país- y la cantidad de víctimas afectadas”.
Y lo dejaron preso.