Otra muestra de la indefensión de los ciudadanos frente al Estado y, en especial, frente al error judicial, quedó reflejada en un fallo que rechazó el reclamo de un hombre que estuvo preso dos años por el secuestro de Ariel Strajman, pero que fue declarado inocente en el juicio oral y público.
La Cámara en lo Contencioso Administrativo revocó un resarcimiento de 86.500 pesos más intereses, que en primera instancia había beneficiado a Claudio Alejandro Abeiro, quien estuvo preso entre el 14 de octubre de 2002 y el 20 de setiembre de 2004 acusado de “participe del delito de secuestro extorsivo agravado por el cobro de rescate”.
Abeiro no fue acusado por la fiscalía en el juicio oral y resultó absuelto. Los jueces Jorge Argento, Carlos Grecco y Sergio Fernández, rechazaron la indemnización tras considerar que “el Estado sólo puede ser responsabilizado por error judicial en la medida en que el acto jurisdiccional que origina el daño sea declarado ilegítimo y dejado sin efecto”.
El párrafo más polémico del fallo sostiene que “la absolución o el sobreseimiento posterior del procesado no convierte en ilegítima a la prisión preventiva dispuesta en el curso de un proceso, pues sólo debe significarse como error judicial aquélla sentencia que resulta contradictoria con los hechos probados en la causa y las disposiciones legales congruentes al caso”.