Un viejo episodio policial fue resuelto por la Cámara Civil y Comercial condenando a la Universidad de Buenos Aires a pagar 480 mil pesos a los padres de una alumna de Derecho que murió al intentar salir de un ascensor trabado entre dos pisos, y cuyo cadáver fue hallado 48 horas más tarde de la desaparición.
Se trata de Romina Elizabeth Rozano Vega, la joven que murió el 13 de mayo de 2003 y cuyo cuerpo fue hallado dos días más tarde.
La víctima “desapareció” a media mañana, y sus padres comenzaron a buscarla por todos lados sin resultados positivos. Una huelga docente al día siguiente mantuvo sin actividad a la Facultad de Derecho, y sólo dos días después un operario se percató que Rozano Vega había caído por el hueco cuando intentaba escapar del encierro del ascensor descompuesto.
“Fue el vicio del ascensor el que generó la necesidad de la alumna de salir por sus propios medios, es decir, que las circunstancias de encierro e incertidumbre la obligaron a tomar dicha decisión y las demandadas no han producido ninguna prueba tendiente a demostrar el más mínimo grado de diligencia por parte de los dependientes de la Universidad dado que no fueron encontradas sus pertenencias, reitero, sino hasta casi 48 horas después de que la víctima ascendiera al ascensor”, sostiene el fallo que condenó a la UBA.