Como ya lo ha expresado públicamente, Hugo Moyano está decidido a ir a fondo en su lucha contra el gobierno nacional y, pese a que nadie dentro de la CGT se aventura a hablar de candidaturas, lo cierto es que sí se encargan de remarcar que no falta mucho tiempo para el arribo de las elecciones legislativas.
Del rumor al hecho. Ese es el camino que parecería haber adoptado el titular de la CGT, Hugo Moyano, tras declaraciones como la de llamar a los trabajadores a “repensar el voto en las próximas elecciones”; o el anuncio referido a la creación de un INDEC paralelo para medir los índices de inflación, empleo y pobreza.
Si bien todavía falta un año para los comicios legislativos, nadie da por descartado el posible desembarco de Moyano padre al Congreso de la Nación (actualmente su hijo Facundo es diputado nacional por el Frente para la Victoria), ya que el líder camionero habría asimilado que por más presión que pueda ejercer desde las calles (llámese marchas y/o protestas), no es suficiente como para cimentar una candidatura “en seco”, en el caso que se decida abiertamente por competir políticamente. “No creo que Moyano quiera ser candidato pero todo está por verse”, manifestó recientemente el secretario de Derechos Humanos de la CGT y titular del gremio de los Judiciales, Julio Piumato. No obstante, ese “todo está por verse” deja, al menos, una cuota de incógnita dentro de esa definición.
Según versiones que circulan por dirigentes que frecuentan el edificio de Azopardo al 800, no existe un pronóstico cierto respecto al futuro político de Moyano, aunque muchos de ellos coinciden en que la batalla contra la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner no solo se la dará desde su sillón de la CGT. “Hugo debería institucionalizar el rol que asumió como dirigente opositor y para ello debería aspirar a meter gente o, por qué no, a el mismo dentro del Congreso. Las elecciones no están muy lejos y se requiere toda una instancia de armado y planificación para comenzar a hacerle llegar sus propuestas a la gente”, consideró un allegado a la central obrera.
Así las cosas, el gobierno nacional encendió luces de alerta y silenciosamente le hará marca personal a Moyano para no quedar en desventaja (tácticamente hablando), en el caso que el líder cegetista se decidiera por dar un brusco giro de timón en su cruzada contra las políticas impartidas desde Balcarce 50.
Parafraseando los dichos de Piumato, “todo está por verse”…