El juez federal Daniel Rafecas volvió a dictar un fallo en el rubro que lo catapultó al estrellato y la buena imagen, ya alejado de los vaivenes de la Causa Ciccone que lo pusieron contra las cuerdas.
El magistrado, procesó y dictó la prisión preventiva del ex comisario de la Policía Federal, Carlos Alberto Lorenzatti, y del mayor Juan Carlos Mario Chacra, por unos 300 casos de secuestro y torturas ocurridos durante la dictadura en los centros clandestinos conocidos como “Club Atlético”, “Banco” y “Olimpo”.
Lorenzatti “fue un eslabón clave en los sucesos que tuvieron lugar en esos centros clandestinos, donde se habría desempeñado como uno de los jefes”, mientras que Chacra “era el tercer jefe del centro clandestino y como hombre del área de Inteligencia de la Superintendencia de Seguridad Federal”.
Rafecas determinó que también en esos centros clandestinos, existió un mecanismo de “traslados-homicidios”, por los cuales -además de los dos procesados- deberán responder en indagatoria el auxiliar de la Policía Federal Eduardo Ángel Cruz; el Primer Alférez de Gendarmería Juan Miguel Méndez, el Ayudante del Servicio Penitenciario Federal Héctor Horacio Marc; el entonces Cabo de la Federal Raimundo Oscar Izzi, y el oficial de esa fuerza Pedro Santiago Godoy.