Marcelo Feliú, un hombre del ministro del Interior Florencio Randazzo, ocupará la vicepresidencia del bloque, en medio de las pulseadas entre sciolistas y kirchneristas.
Las rencillas políticas que sacuden la vida interna de los bloques de legisladores bonaerenses del oficialismo -donde conviven ultrakirchneristas y sciolistas junto a otros que responden a Florencio Randazzo, Amado Boudou y a intendentes y jefes territoriales- impactó en los últimos días en la estructura de poder de la bancada de diputados, con movimientos en el esquema de autoridades.
Las movidas, aunque por ahora no derivaron en cambios formales en la línea de mando, son el fiel reflejo de las tensiones entre los distintos sectores y de la pulseada de fondo entre los hombres que responden directamente al gobernador Daniel Scioli y los que reportan a la Casa Rosada. Pero también de las pujas entre figuras de peso dentro del kirchnerismo.
El Frente para la Victoria (FpV) oficializó un cambio de roles en la estructura de poder interna. De esa forma, el legislador bahiense Marcelo Feliú, ligado al ministro Randazzo, fue “ascendido” a una virtual vicepresidencia del bloque, secundando así a Juan De Jesús, quien viene recibiendo cuestionamientos internos por su desempeño que se intensificaron a partir de la “caída” de su jefe político, el vicepresidente Boudou.
Voceros del bloque confirmaron estos movimientos, pero aclararon que la decisión no impactará en la estructura formal de autoridades: De Jesús seguirá siendo el presidente y la vicepresidencia continuará, “en los papeles”, en manos de Rego, quien sin embargo ya no cumplirá esa función y se abocará a su rol en el Instituto de Organización Popular, donde secunda a José Ottavis.
Pero en los hechos, Marcelo Feliú, abogado y de perfil técnico, se desempeñará como vice de la bancada, acompañando a De Jesús a las reuniones de Labor Parlamentaria.
El cambio de funciones fue el reflejo, según reconocieron diputados oficialistas, de la sorda pulseada política interna en el FpV. Y se leyó como una “avanzada” de los hombres de Randazzo para ocupar espacios de poder, en una movida que habría contado con el respaldo de los sciolistas.
En este marco de tensión, la figura de De Jesús comenzó a perder consenso entre los legisladores “K” y es abiertamente discutida por el sciolismo, además de verse afectada por la caída de las acciones de su referente político directo, Boudou, quien tras el escándalo por el caso Ciccone quedó relegado de la agenda kirchnerista.