Martín Farrell, el ex funcionario del área de Habilitaciones del gobierno porteño durante la primera parte de la gestión de Mauricio Macri, quedó -por ahora- afuera de la posibilidad de ser nombrado juez de la Capital Federal.
Cuestionado por episodios resonantes y trágicos de la noche porteña (la Causa Beara, por ejemplo, el derrumbe del entrepiso de un boliche que le costó la vida a dos jóvenes) e investigado en otros expedientes en los que la pesquisa se orienta a la supuesta existencia de una red de protección -pago de una mensualidad mediante- integrada por gestores y funcionarios para evitar clausuras de locales nocturnos “flojos de papeles”, Farrell salió parcialmente de la función pública e intentó llegar a la Justicia.
Hace algunos días, la Legislatura porteña puso punto final a los concursos para cargos de juez, fiscal, defensor y asesor tutelar para los fueros Penal y Contencioso locales. Se trata de 14 cargos de juez ante la Justicia en Primera Instancia en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad, así como 3 fiscales y 2 asesores para el mismo fuero. Para la Justicia de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas fueron designados 17 defensores y 20 fiscales.
En las listas hay varios apellidos de prosapia política y judicial (Trionfetti, López Alfonsín, Lourido, Furchi, López Oliva Kessler, Rozas, López Zavaleta, Salduna, Cafiero, Brandoni Nonell, Lousteau) pero no Farrell.