El diputado provincial Miguel Morales y el vicegobernador Guillermo Jenefes protagonizaron en la Legislatura de Jujuy un fuerte entredicho, arrastrados por diferencias antiguas entre ambos.
Jenefes es kirchnerista y Morales fue apartado del bloque oficialista en agosto del año pasado.
En la última sesión Morales protestó por los malos tratos que le adjudicó al secretario administrativo de la Cámara, y Jenefes le respondió.
Morales dijo que desde hace meses la Sala de las Comisiones no le enviaba ni siquiera el orden del día, y que empleados que trabajaban en su despacho fueron desafectados por orden de la Vicegobernación. “Me podrán bajar los empleados, bajar los viáticos, pero lo que no me podrán bajar son los treinta años de afiliación que tengo al peronismo”, afirmó. Y dirigiéndose a Jenefes, agregó: “Me pueden sacar muchas cosas pero usted no me va a quitar a mi familia, que es peronista desde antes que yo fuera diputado”. “Lo que se hace en esta vida, se lo paga”, advirtió.
Jenefes contestó que “en esta Legislatura no hay derechos adquiridos”. Además, dijo que a Morales se le negó la sustitución de un empleado por otro hasta tanto se concluya un sumario iniciado como consecuencia de denuncias de dos ex empleadas que afirman que el legislador “se quedaba con parte de los sueldos”.
Jenefes recordó que existe un dictamen que “determina que el diputado Morales podría estar incurso en un delito”. “No es de justicialistas, ni de peronistas, ni de hombres quedarse con el sueldo de las mujeres”, desafió.