El juez federal Norberto Oyarbide tiene a su cargo una megacausa en la que investiga una presunta “asociación ilícita” destinada a defraudar a clubes de fútbol mediante los manejos económicos de las transferencias de jugadores.
Oyarbide investiga una compleja trama de sociedades financieras, empresarios y dirigentes de clubes presuntamente destinada a “convertir, transferir, administrar, vender, gravar, disimular o de cualquier otro modo poner en circulación en el mercado, sumas de dinero con habitualidad mediante transferencias bancarias desde y hacia la cuenta de las empresa Alhec o cuentas vinculadas”.
El juez sospecha que en esa maniobra pudo haber intervenido el empresario Carlos Rivera como nexo en la transferencia de dinero que “provendría de la presunta defraudación a los clubes”.
Oyarbide busca determinar cuáles eran las actividades de Alhec, una empresa con sucursales en Uruguay y Chile, pues en el allanamiento a la casa de Rivera, en un barrio privado del sur de la provincia de Buenos Aires, halló movimientos bancarios que parecen indicar que existía una suerte de mesa de dinero.
De esa documentación surge que “Javier Cantero”, presuntamente el presidente de Independiente, tiene un “saldo deudor” de 123.312 pesos, y también figura con tres registros deudores el “Cliente C.A.I.”, supuestamente el club de Avellaneda, por montos de 7.638.428, 229.624,25 y 1.431.796,20 pesos, “sumas todas estas sospechadas de ilicitud”.
La documentación describe las “modalidades utilizadas para el lavado de activos”, que básicamente consiste en la utilización de empresas con sede en Panamá, Uruguay, Chile y “cuentas bancarias pertenecientes a distintos bancos”, entre ellos, “Bank of América de Estados Unidos, Banca Grupo Valartis, de Suiza; Banco Santander, de Hong Kong; City Bank, de Nueva York, y Banca Etmond Lugano, de Suiza”, entre otras.
El juez describió como “conductas presuntamente ilícitas” a “la defraudación a los clubes de fútbol, toda vez que diversas sumas de dinero que deberían haber ingresado a las arcas de dichos clubes habrían sido desviadas de su origen e ingresada en las cuentas de los jugadores, sus representantes, los dirigentes de los clubes o empresas creadas a tal fin”.