En la Legislatura de Córdoba, el delasotismo se negó sorprendentemente a aprobar en la sesión del miércoles un proyecto para expresar repudio por la designación de César Milani como Jefe del Ejército.
El proyecto fue presentado por la juecista Liliana Montero, para quien “existen cuatro razones por las cuales el oficialismo se negó a aprobar dicho repudio: por convicción, por connivencia, por negocios y por miedo”.
“Convicción”, porque el gobernador José Manuel De la Sota siempre tuvo una relación distante con la política de derechos humanos. “Connivencia”, porque De La Sota “suma votos en la provincia de Córdoba para luego cambiarlos por beneficios en Buenos Aires”. “Negocios”, por un posible acuerdo con desarrollistas urbanos por las 20 mil hectáreas del Tercer Cuerpo del Ejército. Y “miedo”, porque Milani estuvo los últimos cinco años a cargo de Inteligencia y tendría “en su escritorio las carpetas de la corrupción política de la Provincia de Córdoba”, enumeró la legisladora.
“En un país normal este proyecto, que implica el rechazo a que alguien vinculado a los hechos que se le atribuyen a Milani no pueda después de 30 años de democracia conducir el ejército, no tendría ninguna dificultad en aprobarse”, enfatizó Montero.