El massismo consiguió asestarle un nuevo golpe político al Frente para la Victoria. La senadora “K”, Leonor Granados, oficializó su pase al bloque del Frente Renovador, con lo que debilitó aún más a la bancada oficialista en la Cámara alta provincial.
El anuncio se produjo apenas cuatro días después de que otros dos senadores que estaban en la bancada del FpV, Baldomero “Cacho” Alvarez y Osvaldo Goicochea, también se enrolaran en el massismo. Ahora, el bloque del Frente Renovador ya cuenta con 14 miembros y se sigue consolidando como la segunda fuerza en el Senado. En tanto, el FpV verá reducida su representación a 20 escaños.
La senadora es hermana de Alejandro Granados, el histórico intendente de Ezeiza, lo que generó un sinnúmero de interpretaciones políticas. Pero el jefe comunal “K” ratificó su alineamiento con la Casa Rosada.
La legisladora, según dijeron fuentes partidarias, mantenía un enfrentamiento en su distrito con Dulce Visconti de Granados, la esposa del jefe comunal y candidata a diputada nacional en la lista que lidera Martín Insaurralde.
Granados, quien se convirtió en la octava senadora kirchnerista que mudó su banca al Frente Renovador, formalizó su decisión tras un encuentro mantenido con Sergio Massa, y justificó su pase al señalar que “hay que escuchar a la ciudadanía que votó trabajar mirando el futuro. A la gente no le gusta el actual desencuentro. La gente votó a Massa porque él es un referente que escucha a los ciudadanos y busca la unidad de los argentinos”.
La sangría en el bloque del FpV del Senado comenzó en junio, cuando perdió cinco legisladores que formalizaron la conformación del massismo.
En esa ocasión emigraron Jorge D’Onofrio -actual presidente del bloque-, Luis Pallares, Diana Larraburu, Azucena Ehcosor y Patricia Segovia, que se sumaron a Malena Baro, Roberto Costa (UCR), Roque Cariglino, Julio Salemme, Ricardo Zamperetti (Unión Pro Peronista) y Esther Barrionuevo.
El viernes pasado, Baldomero Alvarez y Osvaldo Goicoechea también anunciaron su pase al Frente Renovador, criticando la estrategia electoral del gobernador Daniel Scioli, transformado virtualmente en el jefe de campaña bonaerense del oficialismo.
Con 20 senadores, ahora el FpV quedó más lejos del quórum propio, ya que para garantizar sesiones se requiere un mínimo de 24 legisladores.