Finalmente y luego de que el Gobierno nacional las tuviera bajo la lupa ante la falta de inversiones y también por la baja calidad del servicio, las empresas prestadoras de telefonía móvil decidieron dar marcha atrás con el aumento que tenían estipulado realizar a sus clientes.
“La falta de inversión en el sector de telefonía móvil provocó que el servicio empeorara, debido a que las operadoras invirtieron 10 por ciento de sus ingresos en los últimos años”, había advertido el titular de la Secretaría de Comunicaciones, Norbeto Brenner, entre versiones de estatizaciones.
Según comunicaron, el incremento que iban a realizar en septiembre y que oscilaba entre el 7 y 12 por ciento (clientes con abono fijo y factura) fue suspendido tras acordar con la Secretaría de Comunicaciones que primero realizarían un plan acelerado para mejorar y modernizar del servicio. No obstante y pese a que las compañías privadas reconocieron que actualmente existen deficiencias en el servicio, anticiparon que será muy difícil llevar a cabo ese cometido dada la imposibilidad de instalar nuevas antenas en las ciudades (hay legislaciones que regulan esa cuestión).
Por su parte, desde Personal (Telecom) emitieron un comunicado para dar cuenta del acuerdo alcanzado con la Secretaría de Comunicaciones: “Estamos trabajando en conjunto con las autoridades regulatorias para coordinar esfuerzos e instrumentar las acciones necesarias para mejorar la calidad de servicio y atender el crecimiento de las demandas de los clientes”.