Un jujeño fue detenido por error por una orden de aprehensión que había caducado hace 11 años, en el marco de una causa en la que fue declarado inocente, y pasó más de un día preso tras ser arrestado delante de su familia.
El insólito episodio ocurrió el 18 de noviembre pasado, cuando el jujeño fue detenido en la puerta de su domicilio por tres agentes de la División Homicidios, en presencia de su esposa y su hijo.
Los agentes le explicaron que tenía pendiente una orden de captura de la justicia jujeña por un homicidio cometido en 1999 y se lo llevaron detenido, haciendo caso omiso a lo que el hombre argumentaba: que había sido sobreseído en 2002 por aquella acusación.
Cuando desde Buenos Aires se efectuó la consulta con la Justicia jujeña, el juez de instrucción penal de aquella provincia, Francisco Arostegui, ratificó que el detenido había sido sobreseído en 2002 y que no había razón para restringir su libertad ambulatoria.
El juez de Rogatorias de la Capital Federal, Alejandro Cina, efectuó el trámite para obtener la certificación indispensable para la libertad del detenido, pero recibió como respuesta que por cuestiones burocráticas sólo le podrían enviar la documentación al día siguiente, por lo que el hombre debió pasar la noche en un calabozo.
El martes 19 al mediodía, se completaron los trámites en Jujuy, pero el oficio con la notificación al juez Cina para que procediera a liberarlo llegó a las 17, es decir, 26 horas después de la detención.
El abogado del jujeño, Fernando Soto, explicó que como consecuencia de lo ocurrido evalúa la posibilidad de accionar penalmente por el delito de “privación ilegal de la libertad” de su cliente, y civilmente por los “daños y perjuicios” que le ocasionó la detención sin motivo.