La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó el reclamo de indemnización de un hombre que quedó hemipléjico luego de que durante la represión de diciembre de 2001, previo a la caída del gobierno de Fernando De la Rúa, fuera herido con un tiro en el cuello en Cipolleti.
Se trata del caso de Misael Bravo, quien tenía 35 años de edad y trabajaba como “embalador” de una empresa de frutas en Río Negro cuando el 19 de diciembre de 2001, en el contexto de una manifestación frente a un supermercado local, “fue impactado por una bala de un arma de fuego que ingresó por la parte posterior del cuello con orificio de salida en la zona maxilar”.
El proyectil le causó una “incapacidad del 70 por ciento” y “un marcado cuadro depresivo, afecciones que requieren un tratamiento médico psicológico, farmacológico y psiquiátrico de por vida”.
Bravo declaró en la causa que “la policía de la provincia, constituida en el lugar para dispersar a las personas que se encontraban en las inmediaciones, desplegó una actividad represora indiscriminada y brutal”.
Por aquellos hechos hubo una causa penal que no halló a responsables: “No se llegó a indagar a persona alguna”, explicaron en un escrito los abogados de Bravo, Carlos Kohon y Horacio Freiberg.
Tras una serie de vaivenes judiciales, el Superior Tribunal provincial rechazó el reclamo tras determinar que el mismo se había presentado más de dos años después de los hechos. Es decir, en un plazo en el que el reclamo había perimido.
El recurso de queja que llegó a la Corte explica que Bravo “no pudo conocer su incapacidad ni actuar en consecuencia sino hasta bastante tiempo después del hecho”, justamente porque no sabía si sobreviviría y, en tal caso, en qué condiciones.
La Corte clausuró definitivamente cualquier posibilidad de indemnización.