La Justicia porteña avaló la baja de una licencia de taxis dispuesta por la Dirección General de Educación Vial y Licencias del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por una falta administrativa.
El juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario Marcelo Segón rechazó una demanda de la empresa de taxis Indar Tax S.A. que reclamaba la nulidad de la “caducidad de la licencia de taxi” de un automóvil “como consecuencia de un acta de infracción labrada en el año 2004”.
El juez subrayó que el Gobierno porteño “debe controlar entre otras cosas que quienes presten el servicio público de taxi cumplan con los requisitos normativamente impuestos a fin de observar la finalidad de la norma tendiente a garantizar la seguridad de los pasajeros y de la ciudadanía en general”.
Por un supuesto error administrativo, el titular de la licencia tenía vencida la tarjeta magnética habilitante y, en consecuencia, no estaba en condiciones de circular con el automóvil de alquiler.
“Es sobre dicha autorización, en este caso concreto, en la cual se asienta toda la normativa en cuestión y considero que al omitirse o retirarse ella no existe sustrato para que una habilitación pueda sostenerse”, sostuvo el fallo.
“No resulta desproporcionada la sanción de caducidad de la licencia impuesta toda vez que se configuran los requisitos establecidos para su aplicación y que frente a tal proceder se pretende garantizar la seguridad de los pasajeros”, resume el fallo.