El jefe de Gabinete justificó los sorpresivos nombramientos de los camporistas en la Auditoría General de la Nación al argumentar que los dos mandatos en esa entidad ya estaban vencidos. “Es una responsabilidad del Poder Ejecutivo cumplir con la legislación y designar los reemplazantes”, explicó.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, defendió las polémicas designaciones de los nuevos auditores generales de la nación, Julián Álvarez y Juan Ignacio Forlón, luego de que estos renunciaran intempestivamente a sus cargos (secretario de Justicia y Presidente del Banco Nación, respectivamente) para ocupar las dos vacantes que habían dejado Oscar Lamberto y Vicente Brusca.
“Álvarez y Forlón fueron designados en forma transparente y clara y sin ningún tipo de contratiempos que incomoden lo que se ésta haciendo. No se hizo otra cosa que cumplir con la ley”, sostuvo Fernández tras las denuncias de los legisladores de la oposición, quienes objetaron que no sólo el tratamiento del tema no figuraba en la orden del día, sino que además se les tomó juramento sin el quórum necesario.
En ese sentido, el jefe de Gabinete de ministros le restó importancia al anuncio de la oposición sobre que acudirán ante la Justicia para buscar que se dé marcha atrás con las designaciones, al decir que no hay ninguna razón para ser revisables dado que este tipo de actos que son la mera aplicación de la legislación.
“Todos los insultos y calificativos de bochorno expresados por miembros de la oposición es una constante en ellos, y no vamos a estar a esta altura analizando, descifrando el retiro del recinto. Si se retiran del recinto habiendo leyes importantes para tratar es porque no le asignan el valor que tienen. Uno tiene que quedarse, dar el debate y tratar todo lo que tiene que tratar”, agregó.