El beneficiado por la Sala Cuarta del Tribunal fue un efectivo de la Policía Federal, acusado de haberle dado muerte “en exceso de legítima defensa” a un joven en octubre del año pasado.
El policía había sido procesado en primera instancia por la jueza de instrucción Karina Zucconi, pero los camaristas Alberto Seijas y Mariano González Palazzo cambiaron el procesamiento por “falta de mérito”.
En ese contexto, ordenaron una “amplia reconstrucción” de los hechos y la ampliación de las declaraciones testimoniales que incriminaban al policía.
Los hechos ocurrieron el 7 de octubre del año pasado, en el cruce de las avenidas General Fernández de la Cruz y Lacarra, en el barrio porteño de Villa Soldati.
El policía indicó que fue víctima de un intento de robo, pero familiares de la víctima, quien tenía 19 años de edad, sostuvo que sólo existió una discusión de tránsito y denunciaron un caso de “gatillo fácil”.
Según la descripción de los hechos que consta en el expediente, el policía “se encontraba al mando de su vehículo particular en dirección a su domicilio, momentáneamente detenido por la luz roja del semáforo, y se le acercaron por el lado izquierdo dos sujetos a bordo de una motocicleta”.
“Quien se hallaba en la posición de acompañante le exhibió un arma de fuego al tiempo que le exigió la entrega del rodado”, añade la descripción.
En esas circunstancias, el policía repelió la agresión, pero el disparo que causó la muerte del joven ingresó por la parte posterior de la cabeza y salió por adelante, lo que puso en tela de juicio las circunstancias en que se produjeron los hechos.
De hecho, la jueza de primera instancia consideró que la forma de la herida “no parece corresponder con la situación de justificación, por lo menos del modo que describió” el acusado, quien al verse apuntado por el joven, “gritó `alto policía´ y disparó”.
“En esa situación de hipotética inmediatez, el disparo habría impactado en el lóbulo frontal, o cuanto mucho, en el temporal”, dedujo la jueza.
Pero los camaristas replicaron que esa apreciación es sólo “una opinión que, como tal, es pasible de ser controvertida, mas si se tiene en cuenta la variación de postura que puede experimentar el cuerpo de quien se encuentra sobre un motovehículo en movimiento en plena vía pública y, supuestamente, intentando desapoderar violentamente a un conductor de su rodado”.