La Cámara del Crimen estableció que “la hipótesis delictiva de estas actuaciones no excede, al menos hasta el presente, de un intento de sustracción por medios violentos del automotor”.
El hecho ocurrió el 15 de febrero pasado, cuando Fariña (quien tiene custodia de Prefectura como “testigo protegido” en la causa Báez) fue a cenar a la casa de un amigo en el barrio porteño de Parque Chacabuco.
Fariña no estaba en el vehículo cuando un custodio fue sorprendido por dos personas que le exigieron las llaves del rodado, un Peugeot 308, dominio PHH 271.
El custodio resistió el reclamo y se trenzó en un violento tiroteo, en el que resultó muerto uno de los agresores.
La causa quedó a cargo de la jueza de instrucción Yamile Bernán, quien después de realizar las primeras medidas de prueba, se declaró incompetente pues advirtió que no podía descartarse una eventual vinculación del episodio con la “Causa Báez”.
Pero la Sala Cuarta de la Cámara, con las firmas de los jueces Alberto Seijas, Carlos Alberto González y Mariano González Palazzo, entendió que “no existen de momento elementos concretos que permitan sostener fundadamente la existencia de una vinculación entre la presente pesquisa y el expediente ‘Báez, Lázaro Antonio y otros s/ encubrimiento y asociación ilícita’».
No obstante, el tribunal dejó abierta la posibilidad de que “la eventual incorporación de nuevas probanzas” puedan llevar la causa al fuero federal.