El Banco Macro pidió el juicio para el subcomisario Marcelo Aristóbulo Amarilla y el cabo Omar Jacobo Mikic, quienes prestaban servicios en la comisaría quinta de la Federal.
Según la requisitoria de juicio, a ambos “se les reprocha el hecho ocurrido en la noche del 6 de marzo de 2010 en la sucursal ubicada en Callao 268, cuando se violentaron 256 cajas de seguridad de la bóveda de la entidad, apoderándose del contenido de 99 de ellas (entre otras cosas dinero nacional y extranjero en efectivo, alhajas, lingotes, valores, documentos) correspondientes a los clientes”.
En la causa ya están procesados como supuestos autores materiales del robo Rolando Martín Quiroga Zoryez, Rolando Pedro Quiroga Pardo y Elbio Emanuel Techera.
Pero la investigación, conducida por la ex fiscal Viviana Fein (quien se jubiló después de trabajar en la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman) estableció que ambos policías pudieron “tomar parte de la planificación previa del atraco y haber brindado información y apoyo el día de los hechos a sus supuestos cómplices”.
La querella, representada por el abogado Pablo Slonimsqui, subrayó que “el plan criminal reseñado contó con apoyo externo, en cabeza de los imputados Amarilla y Mikic”.
En concreto, se les reprocha “haber participado” con los otros imputados “en la planificación, coordinación de tareas y distribución de roles, en el suceso… aprovechando su calidad de policías pertenecientes a la seccional con jurisdicción en la zona”.
Ambos policías fueron filmados por cámaras de seguridad cuando transportaban bultos y se abrazaban entre sí, como si estuvieran festejando algún acontecimiento propicio.
La “prolongada presencia en el lugar de los hechos, lejano a sus domicilios, y estando ambos de franco, se explica a partir de las contingencias propias de una accidentada salida social, que incluía cenar en la jurisdicción -unos ‘Calzones’ en la pizzería ‘La Continental’-, puesto que allí les hacían descuentos”, refutó el banco la versión defensiva de los dos policías.
Ambos fueron grabados cuando estaban en un estacionamiento cercano, del que “entraron y salieron en más de una ocasión, portaron bolsas de importantes dimensiones, cuyas características hacen presumir que contenían parte del botín sustraído, según se observa en las filmaciones… Poco tiempo después, realizaron operaciones de adquisición de bienes de considerable valor”.