La controversia despertada a raíz del traslado del monumento a Cristóbal Colón para poner en su lugar el de Juana Azurduy que data desde los tiempos en que Cristina Fernández de Kirchner ocupaba el sillón de Rivadavia en la Casa Rosada y Mauricio Macri el de la jefatura de Gobierno porteño, sumó un nuevo capítulo luego de que la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobara finalmente el desplazamiento de este último por 34 votos positivos, 18 en contra y 2 abstenciones.
En esta oportunidad, la iniciativa sancionada permitirá la reubicación de los monumentos a Juana Azurduy y a Juan de Garay, como parte de las remodelaciones para realizar la obra vial parquizada del “Proyecto del Paseo del Bajo”, que servirá de vía rápida para conectar las autopistas a La Plata y Arturo Illia, y también para crear nuevas áreas verdes públicas de libre acceso para el esparcimiento de los ciudadanos.
Por el lado de la escultura que recuerda a la patriota altoperuana que actualmente se encuentra emplazada en el Parque Colón -detrás de la Casa de Gobierno y donde originalmente estaba el monumento a Cristóbal Colón-, se determinó que la misma será relocalizada en un espacio verde frente al ingreso principal del Centro Cultural Kirchner (CCK).
En cuanto al monumento al fundador de la Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires, se decidió su reubicación dentro del mismo espacio verde en que se encuentra actualmente junto a un retoño del roble de Guernica, sobre el flanco derecho de la Casa Rosada.
Esa modificación, afirmaron, permitirá la construcción de un nuevo helipuerto presidencial más cercano a la sede gubernamental, a la altura de la intersección de las avenidas Leandro Alem y Rivadavia.