El proyecto enviado por el Poder Ejecutivo resulta “de los acontecimientos que surgieron de la propuesta del Gobierno nacional de instalar la quinta usina nuclear de generación eléctrica en nuestro territorio”.
El argumento oficial hace referencia a la legislación aprobada por el Congreso Nacional desde 2009, con el relanzamiento del Plan Nuclear Argentino, que fuera impulsado en aquella época por la entonces Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que recibiera el apoyo de ambas Cámaras del Congreso Nacional, cuando fue declarado “de interés nacional” la construcción de Atucha 3 y las tareas de “extensión de vida” de la Central de Embalse Rio Tercero.
Asimismo, alude a los diferentes “Convenios Marco” firmados en Buenos Aires en 2014 con la República Popular de China, en materia económica, financiera, infraestructura, energía, comercio, transporte y cultural, la modernización del ferrocarril Belgrano, y un acuerdo financiero de 11 mil millones de dólares.
Esos convenios se complementaron en el viaje realizado por Cristina Kirchner a China con la firma de quince nuevos acuerdos, además de un “memorándum de entendimiento” en diversos temas. Entre esos convenios, el que daba lugar a la posibilidad de la construcción de una quinta Central Nuclear en Argentina, la primera en nuestro país del tipo de Agua Presurizada cuya operación se realiza con uranio enriquecido y agua liviana.