Esteche fue alojado en el pabellón número tres, en tanto que D’Elía permanece en el número cinco, sin contacto entre ellos y con poca información sobre lo que sucede extramuros.
Los dos están permanentemente monitoreados en el interior del penal e incluso el Servicio Penitenciario Federal los filma cuando son trasladados a las áreas comunes para recibir visitas o reunirse con sus abogados.
El dirigente piquetero Luis D’Elía denunció, además, que es víctima de una “privación ilegal de la libertad” a la que lo somete el juez federal Claudio Bonadio.
Al apelar su procesamiento con prisión preventiva en la causa por encubrimiento de los iraníes acusados de volar la AMIA, D’Elía aseguró que el auto de procesamiento en su contra es “ideológicamente falso”.
El escrito fue presentado por el abogado Adrián Albor.
Por su parte, allegados a Fernando Esteche denunciaron las malas condiciones de detención que padece en el penal de Marcos Paz, donde está alojado.
Esteche permanece en una habitación del hospital penal, “sin compañía y en la que apenas tiene lugar para caminar; está mal alimentado, ya perdió dos kilos de peso y toma mate con una bombilla improvisada con una lapicera”.
La defensa presentará un pedido para que sea trasladado al penal de Ezeiza y se le levanten las restricciones de visitas que lo mantienen virtualmente aislado.