Schlenker, a través de su defensor oficial, había pedido el beneficio de la prisión domiciliaria invocando como razón que tiene un hijo de cuatro años de edad que está creciendo lejos de su padre.
Pero la Corte, en un fallo firmado por los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti, consideró que el niño no está desamparado sino que vive y está al cuidado de su madre, por lo cual no se dan las razones excepcionales que permitirían a Schlenker modificar el régimen de detención al que está sometido.
Después de ese fallo de la Corte, Schlenker sufrió un nuevo revés judicial: La Cámara de Casación, con las firmas de los jueces Liliana Catucci, Rafael Riggi y Carlos Mahiques, le rechazó un pedido para ser trasladado de la cárcel de Marcos Paz a la de Ezeiza o Devoto “para poder continuar sus estudios universitarios y mantener contacto con su hijo menor”.