Aguirre había sostenido durante su alegato, que comenzó la semana pasada y que se extenderá al menos por dos audiencias más, hasta mediados de agosto, que ambos ex representantes del Ministerio Público -acusados de encubrir la “pista siria” del atentado a la AMIA- “tuvieron motivos objetivos para sospechar” de policías bonaerenses como colaboradores del ataque.
Mullen y Barbaccia están acusados de haber conocido sobre el pago de 400 mil dólares al ex desarmador de autos Carlos Telleldin para que incriminara falsamente a policías bonaerenses.
Sin embargo, el defensor oficial descartó que esa maniobra y el pago hubieran sido una herramienta utilizada por los fiscales para desviar la línea de investigación que conducía a la denominada “pista siria”, una hipótesis diferente de la que sindica a iraníes como autores del atentado.
El defensor oficial también respaldó la decisión del hoy ministro de Justicia, Germán Garavano, de no acusar a los ex fiscales.