La administración porteña informó que desde febrero hasta agosto de este año se realizaron 75 inspecciones y 44 allanamientos, de los cuales 39 resultaron positivos, y que como resultado de esos operativos se incautaron 11 autos con pedido de secuestro y 56.480 autopartes. Además, se clausuraron 47 locales por irregularidades de distintas índole y se efectuaron 14 detenciones por la Ley 25.761 de “desarmaderos ilegales”.
Asimismo indicaron que a raíz de los allanamientos también fue posible identificar autopartes pertenecientes a 97 vehículos robados, lo cual resulta fundamental para poder avanzar con las causas penales que ya se encuentran radicadas en la Justicia.
“La Policía realiza allanamientos permanentemente, atacando lo que llamamos la ‘economía del delito’. Es decir, no solo captura delincuentes, sino que también persigue a quienes lucran con la venta ilegal de autopartes”, expresó el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo.
Por otra parte, señalaron que los materiales, una vez incautados, son remitidos a la Playa del Depósito de Vehículos Judicializados de la Ciudad de Buenos Aires donde, tras obtener la autorización correspondiente, son destruidas y compactadas. Esos restos -luego- son donados al Hospital Garrahan, lo que le permite recaudar fondos por la venta de la chatarra.
“Intervenir sobre este mercado ilegal es fundamental para resolver el problema de los robos. Se trata de limitar el margen de acción a los asaltantes, y también a los cómplices que lucran con la reventa de las autopartes robadas”, agregó Ocampo.
De los allanamientos participaron, además de oficiales de la División de Sustracción de Automotores de la Policía de la Ciudad, personal de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), y de la Secretaría de Seguridad del Ministerio de Justicia y Seguridad del Gobierno de la Ciudad.