“En 2015 los controles automáticos abarcaban a 27.000 personas físicas y jurídicas. En los últimos dos años potenciamos el sistema y, en la actualidad, ya son 238.000 los contribuyentes alcanzados por la fiscalización electrónica”, manifestó el director de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), Gastón Fossati, sobre la renovación tecnológica que permite en la actualidad fiscalizar de manera electrónica.
En relación a las características del mecanismo, el funcionario provincial explicó que se trata de una plataforma web que les permite hacer un seguimiento detallado de aquellos contribuyentes que registran inconsistencias o desvíos vinculados con Ingresos Brutos, y que al tratarse de una herramienta íntegramente digital, se evitan los controles presenciales, lo que les posibilita mejorar el cumplimiento tributario con menores costos operativos.
El sistema automatizado, además, se nutre de los cruces de información que ARBA lleva adelante con distintos agentes de información, facilitando la detección de incumplimientos, ya sea por inconsistencias en las declaraciones juradas, desvíos, incorrecta aplicación de alícuotas u otras irregularidades fiscales.
Dichos cruces, precisaron desde el organismo recaudador, abarcan diferentes niveles de información, como por ejemplo datos de AFIP referidos a declaraciones de IVA y Ganancias de los contribuyentes; movimientos de cuentas bancarias; compras de insumos o mercadería de reventa; planta de empleados; contratos de alquiler; gastos en servicios de gas, luz, telefonía, internet, etc.; consumos con tarjeta realizados en el país y el exterior; matrículas o aportes a cajas profesionales; y análisis de alícuotas, entre otros elementos cuya comparación posibilita detectar incongruencias en las declaraciones de ingresos y efectuar los reclamos pertinentes.
Por otra parte, señalaron que aquellos contribuyentes con irregularidades quedan bajo un esquema de control automatizado que funciona en un entorno web, lo que permite realizar todo el procedimiento de fiscalización, determinación de deuda, notificación e intercambio de información de manera digital, sin necesidad de controles presenciales.
“El sistema de fiscalización electrónica es eficiente y transparente. En todo momento el contribuyente conoce cuáles son los elementos que nos llevan a realizarle un reclamo y, a la vez, tiene la posibilidad de plantear su descargo, garantizando así el derecho de defensa”, especificó Fossati, quien anticipó que el próximo año la fiscalización electrónica también se aplicará para detectar y corregir infracciones en el Impuesto Inmobiliario, ya que el cruce de información catastral con imágenes satelitales les permitirá automatizar controles en ese tributo, agilizando la regularización de construcciones no declaradas.