En la causa también está investigada la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Se trata de una investigación que llevó adelante el juez federal Claudio Bonadio.
Después de recorrer todo el espinel judicial, los reclamos de De Vido, Schiavi y Roggio -cada uno por sus razones- llegaron hasta la máxima instancia penal.
De Vido planteaba una nulidad general, Schiavi objetaba el dictado de la prisión preventiva en su contra y Roggio las cautelares de naturaleza económica que pesan sobre su patrimonio.
Todos coincidían también en atacar la acusación, que los tiene a tiro de un juicio oral y público.
Los jueces Liliana Catucci, Eduardo Riggi y Guillermo Yacobucci declararon “inadmisibles” los planteos y, así, dejaron firmes los procesamientos dictados por Bonadio y ratificados en julio pasado por la Cámara Federal porteña.
Los imputados tienen por delante la posibilidad de recurrir ante la Corte Suprema de Justicia, vía “recurso de queja”, pero esa instancia rara vez prospera en circunstancias como las que caracterizan a este expediente.