El tribunal que lo condenó, el oral federal número cuatro, rechazó en durísimos términos un planteo del ex directivo de la AFIP Rafael Resnick Brenner, quien planteó la nulidad retroactiva de la condena a raíz de las revelaciones sobre un pago supuestamente ilegal por parte del gobierno de Mauricio Macri a Alejandro Vandenbroele para que declarara en contra de Boudou.
Los abogados del estudio de Gabriel Iezzi pidieron la nulidad después de conocido que el gobierno de Macri le pagó un millón y medio de pesos al arrepentido Vandenbroele.
El fallo reconoce que las condenas contra el ex vicepresidente y los otros imputados aún no están firmes.
El juez Néstor Guillermo Costabel explicó que Vandenbroele no se acogió al régimen del arrepentido en esta causa sino en la conocida como Ciccone II, en la que “se investiga la presunta inyección de fondos que habrían sido empleados para la adquisición -y toma de control- de la empresa -denominada por entonces- Ciccone Calcográfica S.A.”.
Vandenbroele, en la causa en la que fue condenado Boudou, formuló “un relato confesorio, que fue valorado como un elemento más -y no dirimente-, a los fines de acreditarse algunas circunstancias involucradas en las imputaciones que pesaban sobre él mismo y los restantes enjuiciados”.
Gracias a esa colaboración obtuvo una pena de prisión en suspenso pero no por arrepentido, sino por haber confesado que participó en el delito. Que no es lo mismo, aunque parezca igual.