La Cámara Federal confirmó el procesamiento, sin preventiva, contra un señalero, en tanto que otro imputado fue sobreseído porque pudo probar que cuando ocurrió el descarrilamiento estaba en el baño.
Según el fallo, el siniestro ocurrió por “la falta de atención del encargado de Cabina Este Liniers”.
“Desatendiendo las deficientes condiciones de visibilidad de las vías desde la cabina, sin contar con la asistencia de su ayudante -a quien había autorizado a ir al baño-, ni tener barra de seguridad accionó desde la cabina el cambio para producir el movimiento de acople de las trazas confiando en tan sólo uno de sus sentidos”.
El procesamiento del señalero incluye un embargo por dos millones de pesos.
“La actividad ferroviaria debe desarrollarse de acuerdo al Reglamento Interno Técnico Operativo (RITO). En él confluyen una serie de directrices orientadas a no dejar vestigio a la improvisación, a lograr alcanzar altos niveles de seguridad y a que los riesgos propios de la actividad se mantengan dentro de estándares tolerados”, subrayó el fallo.