Según consignó la página del Ministerio Público Fiscal, Abraldes denunció en su alegato que para el entrenador, los niños no eran personas, ni menos aún potenciales futbolistas: “fueron para él cosas que sirvieron para desplegar sus deseos sexuales”.
El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 29, presidido por el juez Juan María Ramos Padilla, escuchará el 29 de marzo próximo las últimas palabras del imputado y luego dará a conocer el veredicto.
La acusación es por “abuso sexual de un menor de edad agravado por haber sido cometido por alguien encargado de la guarda en grado de tentativa”; dos situaciones como “abuso sexual con acceso carnal de un menor de edad agravado por haber sido cometido por alguien encargado de la guarda”; y otro hecho como “abuso sexual de un menor de edad agravado por haber sido cometido por alguien encargado de la guarda”.
A esas figuras se agrega la de “corrupción de menores”.
El pedido de pena del fiscal es ligeramente inferior al de la querella, que pidió la pena de 25 años de prisión.