De acuerdo a los trascendidos, el Presidente Alberto Fernández habría resuelto, como máximo, esperar hasta el jueves próximo a la Cámara de Diputados nacional para que sancione su proyecto de ley -ya cuenta con el visto bueno por parte del Senado- el cual establece una serie de pautas y parámetros sanitarios para que sean aplicados de acuerdo al riesgo epidemiológico en que se encuentre cada territorio del país.
Pero con un Sergio Massa con la cabeza más abocada a su “propia agenda” ya que está próximo a emprender, cual canciller, una gira por los Estados Unidos, se dispone de pocas horas para indagar acerca de los números finales con los que finalmente contará la iniciativa gubernamental y, menos aún, para tratar de convencer a aquellos legisladores que al día de hoy no están dispuestos a acompañarla con su voto.
Por lo pronto, la denominada “Ley de Emergencia COVID” deberá primero hacer su paso, al menos, por la Comisión de Asuntos Constitucionales como condición para llegar al propio recinto de sesiones el día jueves.
Caso contrario y en el caso que termine “empantanada” en esa instancia, la Casa Rosada ya tendría resuelto avanzar, a partir del 11 de junio, con otro DNU de similares características al actual hasta tanto se termine de resolver la cuestión parlamentaria de la ley, algo que el Jefe de Estado “empuja” para que así sea dado que lo desligaría, en la práctica, de tener que decidir por cadena nacional cada 15 o 20 días sobre las libertades de los ciudadanos.
Es que con la nueva ley, se estaría fijando un marco (tal como lo hace actualmente el Decreto pero con otra fuerza, claro está) para que los mandatarios provinciales lo apliquen de acuerdo a la realidad sanitaria y epidemiológica de sus respectivos territorios.