La economía circular es definida como la estrategia que tiene por objetivo reducir la entrada de los materiales vírgenes como la producción de desechos, cerrando los flujos económicos y ecológicos de los recursos.
Además, se plantea que el desarrollo debe estar separado del consumo de recursos no renovables y de la producción de externalidades negativas, para luchar contra el cambio climático y avanzar hacia una economía hipocarbónica en la región con la consiguiente mejora del ambiente.
De acuerdo con la normativa, los principios incorporados son cuatro: la preservación de los recursos de la tierra; la utilización del uso de los recursos mediante la prevención en el uso de materia y energía; la protección de los recursos naturales, mediante la desmaterialización de la economía valorando la máxima eficiencia global en la toma de decisiones; y el desarrollo de la eficacia en el sistema social y económico revelando las externalidades que se generan en el conjunto de actuaciones humanas.
La ley crea el Registro Único de Emprendimientos de la Economía Circular, a cargo del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales.