De acuerdo un relevamiento efectuado por el Gobierno bonaerense, 7 de cada 10 escuelas provinciales (72%) tomaron medidas en relación a la ventilación como resultado de las mediciones de dióxido de carbono. Es decir, incrementaron la apertura de puertas y ventanas cuando registraron valores elevados de CO2, el gas que emiten las personas al exhalar.
Cabe recordar que desde el 1º de septiembre pasado, los establecimientos educativos bonaerenses retomaron con la presencialidad plena, medida que resultó posible gracias al descenso sostenido de casos de coronavirus y al avance de la campaña de vacunación.
“Las partículas emitidas por las personas al respirar, hablar, estornudar o toser contienen dióxido de carbono y, si están enfermas, también diseminan virus”, explicó el jefe de asesores del Ministerio de Salud bonaerense, Enio García, quien además precisó que por su escaso peso, esas partículas permanecen suspendidas en el aire durante largos períodos que pueden alcanzar, incluso, las 3 horas.
Por tal motivo, entonces, los espacios cerrados propician la concentración de aerosoles y permanecer mucho tiempo en ellos sin ventilación provoca mayor riesgo de contagios en el caso de que allí se encuentre una persona enferma. Por eso, la recomendación es medir el CO2 en el aire y tomar medidas de ventilación de los ambientes en caso de detectar que la concentración es superior a 400 ppm (partes por millón) en comparación con el nivel inicial.