La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) consideró que la decisión del Gobierno nacional de implementar un congelamiento de precios de más de 1.400 productos constituye una medida transitoria ante un problema evidente, al tiempo que señaló que la iniciativa debe conducir a un plan de estabilización en materia inflacionaria.
Asimismo, recordó que las pymes no son formadoras de precios y que, en cambio, resultan afectadas de manera recurrente ante el constante aumento de sus costos. En ese sentido, remarcó la importancia de preservar el capital de las pequeñas y medianas empresas, así como garantizar márgenes de rentabilidad, conjuntamente con una mayor accesibilidad al crédito, lo que le daría a las mismas la posibilidad de seguir existiendo.
“Los controles son paliativos, no constituyen una solución definitiva. Lo que pretendemos es que para el 8 de enero del año próximo, el Gobierno planifique una salida ordenada y ponga en funcionamiento un plan antiinflacionario sustentable”, opinó al respecto el presidente de la entidad, Alfredo González.
En esa línea, además, el dirigente señaló que la previsibilidad de un plan de estabilización permite contratar personal, así como también tomar crédito y apostar a la producción real que requiere la Argentina.
“En marzo del 2020 entramos en una pandemia, y ya vamos con 22 meses de caídas consecutivas en ventas, sin reservas y bajos márgenes. Esto generó una caída del empleo, cierre de fábricas y comercios. Es imperioso cuidar la rentabilidad y reducir la inflación”, completó.