Luego de que fuera convocado por el Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela para participar como veedor de la elección que se celebrará en ese país el próximo domingo, el Gobierno de Nicolás Maduro le transmitió al ex Presidente Alberto Fernández su voluntad de que no viajara y desistiera de cumplir con la tarea que le había sido encomendadal.

“La razón que se me dio es que, a juicio de aquel gobierno, declaraciones públicas realizadas por mí ante un medio nacional causaban molestias y generaban dudas sobre mi imparcialidad. Entendieron que la coincidencia con lo que había expresado un día antes el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, generaba una suerte de desestabilización del proceso electoral”, contó sobre los motivos que los esgrimieron a través de su cuenta de X.

Ante esa decisión, el ex mandatario sostuvo que no comprende tal malestar ya que solo había dicho que en una democracia, cuando el pueblo emite su sufragio, “el que gana, gana y el que pierde, pierde”, y que si el oficialismo fuera eventualmente derrotado debía aceptar el veredicto popular.

“Ante la insólita demanda, creí conveniente no viajar y no dar lugar a que se me atribuya querer enturbiar una jornada electoral trascendental, cuando solo buscaba cumplir con la tarea propia de un veedor electoral”, agregó.

No obstante y pese a la actitud adoptada por el Gobierno de Venezuela, Fernández afirmó que su mayor deseo es que ese país pueda celebrar sus elecciones de manera transparente y que el veredicto popular sea respetado, cualquiera sea el resultado.

“Si ese objetivo se cumple, el pueblo venezolano recuperará la convivencia democrática y los millones de venezolanas y venezolanos que debieron emigrar podrán regresar a esa maravillosa tierra en la que nacieron. Hago pública esta situación con mucho pesar, pero con el único objetivo de expresar mis mejores deseos de que Venezuela tenga el mejor futuro que merece”, completó.