A partir de la medianoche de este miércoles 30 de octubre comenzó a regir el paro nacional de transporte impulsado por el ala “dura” de la Confederación General del Trabajo (CGT), el cual afectó el normal funcionamiento de los trenes, subtes, vuelos de Aerolíneas Argentinas, recolección de residuos, taxis porteños y algunas líneas de colectivos.
Además, prestaron su adhesión a la medida de fuerza (lo cual también repercutirá en las actividades de sus respectivos sectores) la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), así como también ambas CTA (de los trabajadores y Autónoma) y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), que dio inicio el pasado martes a un paro de 36 horas.
En paralelo, está previsto que tanto organizaciones sociales como gremiales lleven adelante una serie de cortes de calle en la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, los cuales incluirán la realización de ollas populares (la protesta central se hará frente a la estación Constitución).
En otro orden, el día jueves también asoma con convertirse en una jornada caótica para las personas al momento de tener que viajar para cumplir con sus actividades, dado que en el caso que no se destrabe el conflicto en el día de la fecha, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) también tendrá su propio paro el 31 del corriente.