El oleoducto Vaca Muerta Sur se compone de dos tramos principales que suman más de 600 kilómetros de extensión: el primero de ellos, que se encuentra casi listo, abarca aproximadamente 130 kilómetros y conecta el área Loma Campana, en la provincia de Neuquén, con la Estación de Bombeo Allen, en Río Negro; mientras que el segundo tramo -cuya preparación comenzó recientemente- se extenderá desde Allen hasta Punta Colorada, cubriendo cerca de 470 kilómetros adicionales.
De acuerdo a lo precisado por la administración rionegrina, en esa zona se levantará una terminal portuaria de exportación que consolidará a la provincia como un punto estratégico para la salida de petróleo local hacia los mercados internacionales.
En la actualidad, se indicó que los equipos de YPF realizan tareas de nivelación y preparación del terreno en la barda norte del Alto Valle para recibir los caños del ducto que llegará a la Costa Atlántica.
Además y a la par de estos movimientos, continúa la construcción del primer tramo del oleoducto, lo que garantizará la conexión directa desde Neuquén hacia Río Negro en la red de transporte.
Al respecto, la ingeniera química de la Secretaría de Hidrocarburos de Río Negro, Amelia Lapuente, explicó que la gente de YPF está preparando el terreno con máquinas viales para poder recibir la cañería, que después será montada hacia la terminal marítima.
“A partir de este proyecto, estamos cambiando el paradigma de la fiscalización en Río Negro, enfocándonos no sólo en la producción de hidrocarburos sino también en su transporte. Para nosotros es muy importante porque ahora vamos a participar en la exportación de hidrocarburos que se producen en el país”, destacó la profesional, quien además contó que se encuentran fiscalizando y controlando la construcción de los ductos, lo cual consideró que se trata de un gran avance dado que antes, en proyectos de transporte nacional, la provincia no tenía capacidad de intervenir.