¿Qué puede reprocharse de la decisión de enviar al Parlamento un proyecto para adelantar las elecciones legislativas? Bajo los efectos de la influencia que irradia Lilita Carrió puede llegar a creerse que los principios son más importantes que la práctica.
(Cuarto Intermedio – 17 de marzo de 2009) – Los principios y el cuidado institucional son cuestiones de las que suele hablarse desde algunos sectores que habría que ver qué dirían si estos cambios de reglas de juego beneficiaran en lugar de perjudicar sus aspiraciones electorales. Los radicales, los que han conocido las necesidades que impone la responsabilidad de gobierno, no deberían cuestionar la medida. Macri no se equivocó cuando dio su primera impresión, sí lo hizo cuando cambió de opinión sobre la marcha, cosa en la que ya es un experto.
A la luz de las contradicciones que esta jugada ha provocado en la oposición, algunos analistas han llegado a redescubrir en Néstor Kirchner un gran estratega. Pero como parece que estaba medio perdido desde hace un año, cuando embarcó al país en un conflicto insólito, prefiero pensar que es el mismo hombre sencillo del sur, cuyo pragmatismo constituye una importante ventaja frente a la mediocridad de la dirigencia opositora.
Todos coinciden en que los pronósticos para el segundo semestre auguran mayores problemas económicos para el gobierno y la sociedad en general. Mientras que el oficialismo se desarma lentamente por derecha y por izquierda, la oposición construye alianzas y se entusiasma con encuestas que la favorecen. El resultado de las elecciones de Catamarca prenden las alarmas y Macri deja servida en bandeja la fecha del 28 de junio para realizar un gran acto electoral nacional. Visto así, no podía esperarse de Néstor otra idea que no fuera el adelantamiento de las elecciones.
¿Pero quién puede asegurar el éxito en las votaciones que el proyecto de ley correspondiente deberá sortear en cada Cámara legislativa, sobre todo luego de lo ocurrido con la 125? Y si lograran los votos para adelantarlas, ¿quién asegura el resultado en junio?Otra vez ese gusto por tensar la cuerda al extremo. Otra vez la gobernabilidad puesta en juego por un solo hombre. Otra vez el vértigo del abismo, cuando los hombres del poder llegan a decir “lo que tengamos que hacer, hagámoslo ahora”, para luego pasar horas larguísimas en las que no se sabe dónde está el gobierno. Lo malo no es el adelantamiento, sino lo que Kirchner ha apostado en esta jugada. G.W.