Justo sobre la fecha de un nuevo aniversario del atentado contra la AMIA que en 1994 causó 85 muertos y unos 200 heridos, la Corte Suprema de Justicia, que todavía mantiene abierta la investigación por la voladura de la Embajada de Israel en 1992, tomó una decisión que cayó “antipática” en el seno de la dirigencia israelí.
(Cuarto Intermedio – 20 de julio de 2010)- El máximo tribunal le reclamó al Estado de Israel una serie de garantías para conceder la extradición de un prófugo acusado de matar a un taxista cuando tenía 14 años de edad.Se trata Moshe Ben Ivgy, quien cuando era apenas un niño, junto con un amigo de su misma edad, decidió “jugar” a ver si eran capaces de asesinar a una persona. Eligieron a un taxista y en 1994 le dispararon cinco veces. Los dos fueron a la cárcel, pero Moshe Ben Ivgy aprovechó una salida transitoria y huyó en 2004 rumbo a la Argentina. En mayo pasado fue arrestado en la provincia de Mendoza, mientras seguía adelante el proceso de extradición. La Corte Suprema, en el último acuerdo previo a la feria judicial de invierno, suspendió el trámite de la repatriación argumentando que las leyes vigentes establecen que “la extradición no será concedida si el Estado requirente no diere seguridades de que se computará el tiempo de privación de libertad que demande el trámite de extradición como si el extraditado lo hubiese sufrido en el curso del proceso que motivó el requerimiento”.“El Tribunal considera oportuno -como medida complementaria y previa a cualquier otra consideración- que el Estado de Israel brinde las ‘seguridades’ referidas”, sostuvieron los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Enrique Petracchi y Carmen Argibay.Ahora la respuesta la tiene el gobierno de Tel Aviv.