El jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, se reconoció como precandidato a gobernador bonaerense, tras señalar que “tienen que existir opciones” para ese cargo dentro del oficialismo en la provincia de Buenos Aires.
(Cuarto Intermedio – 3 de agosto de 2010)- El peronismo kirchnerista sigue sumando así aspirantes a una candidatura que hasta hace pocas semanas parecía tener sólo al actual mandatario provincial, Daniel Scioli, como “nombre puesto”.Todos los indicios señalan que la decisión del funcionario nacional de hacer pública su aspiración en ese rubro electoral se inscribe en la nueva estrategia de Néstor Kirchner para la Provincia, uno de cuyos ejes pasa por fomentar la “instalación” en territorio bonaerense de una cuantas figuras del oficialismo para, eventualmente, disputar la gobernación.Kirchner comenzó a poner en marcha esa movida hace varias semanas, cuando se reunió con dirigentes enrolados en la llamada “línea crítica” del oficialismo bonaerense y a quienes les gusta autodenominarse “los sub 45”.Conocedor de que el anfitrión de ese encuentro, el intendente de Tigre Sergio Massa, aspira a ser candidato a gobernador, el ex Presidente “se reconcilió” con el grupo y lo alentó a dar pelea, “siempre que lo hagan por adentro” del PJ oficialista.Poco después, Kirchner organizó el lanzamiento político de su hermana Alicia, con el objetivo casi excluyente de que “camine” la provincia de Buenos Aires y en especial el Conurbano, mientras se multiplican las versiones sobre el rol electoral que podría cumplir la ministra de Desarrollo Social.Más recientemente, el ex Presidente pidió a tres “ultra K” -el ministro de Economía, Amado Boudou; el titular de Anses, Diego Bossio; y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde- a que integren su propio “sub 45” para, también, “instalarse en la Provincia”, mientras juegan al misterio sobre el papel electoral que desempeñarían en el 2011. Y el mismo pedido le hizo al ministro del Interior, Florencio Randazzo.La revulsión del oficialismo bonaerense se profundizó en estos días con el evidente aval de Kirchner a Hugo Moyano para que asuma la presidencia del PJ provincial, en lugar del vicegobernador Balestrini, que sigue en grave estado de salud. Desde Scioli hasta una larga lista de intendentes esperaba que ese reemplazo fuera ejercido por una “comisión” en la queellos estuvieran representados.En ese marco irrumpió Aníbal Fernández. “Yo nunca me bajé. Soy como Troilo: siempre estoy llegando”, sostuvo el funcionario, aludiendo a su frustrada aspiración a ser candidato a gobernador en el 2007.“Yo tengo el mayor de los respetos y cariño por Scioli pero creo que tiene que haber otras opciones”, remarcó Fernández, para fundar en ese “motivo” su intención de “no estar ausente” en la definición del candidato a gobernador por el oficialismo.“Ha cambiado la forma de selección de los argentinos y esa forma hoy nos muestra una primaria abierta, simultánea y obligatoria; entonces lo peor que le puede pasar a nuestro partido es no tener otras opciones en ese punto”.