En el mayor de los sigilos la jueza María Servini de Cubría trabó millonarios embargos contra tres poderosos bancos internacionales: J.P. Morgan, de Estados Unidos; Credit Suisse, de Suiza, y Dresdner Bank, de Alemania.
(Cuarto Intermedio – 15 de octubre de 2010)- A cada uno les impuso restricciones por 100 millones de pesos sobre diversos activos, especialmente bonos y obligaciones negociables.Los tres bancos aparecen vinculados con la operatoria que llevó a la caída del Banco General de Negocios (BGN), de los hermanos Rohm, entre 2001 y 2002, causando un perjuicio a inversores privados del orden de los 600 millones de dólares. Las tres entidades habrían funcionado, según la investigación, en una suerte de sociedad de inversiones y algunos de sus directivos fueron directamente imputados por las maniobras fraudulentas que derivaron en el cierre. La jueza pidió la captura internacional de los banqueros William Harrison, del J.P. Morgan, Bernd Fahrolz, del Dresdner, y Lukas Mühlemann, del Credit Suisse. A diferencia de otros extranjeros que eligen a la Argentina para buscar refugio, ninguno de estos tres directivos bancarios pisa el país al menos desde 2007 y difícilmente lo hagan en el futuro, a menos que la jueza levante los pedidos de detención.Según una copia de la resolución, a la que tuvo acceso Cuarto Intermedio, Servini justificó: “Frente a la rebeldía, que interrumpe la prosecución del proceso en contra de tales acusados y la posibilidad de dictar una sentencia de carácter definitivo sobre los hechos investigados, no queda otra alternativa que la de intentar resguardar los bienes cuya existencia nos fuera recientemente informada, con el propósito de garantizar, cuanto menos, la indemnización civil derivada del delito y las costas del proceso”. Es decir que el embargo es “preventivo”, de manera tal de asegurar que ante una sentencia condenatoria hubiera fondos para resarcir, aunque más no fuera parcialmente, a las víctimas.Rápidamente los estudios de abogados que representan a las entidades crediticias objetaron la medida y ahora se abrió una larga y engorrosa tramitación judicial. La resolución explica que el embargo fue trabado contra “la tenencia de títulos valores negociables públicos o privados emitidos para ser ofertados públicamente, que contengan a nombre de las entidades Dresdner Bank, Credit Suisse y J.P. Morgan”.