El diputado de Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas, fue uno de los que eligió al gobierno como responsable por la muerte de un militante del PO supuestamente a manos de una patota del sindicato Unión Ferroviaria. El blanco, entre otros, fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
(Cuarto Intermedio – 25 de octubre de 2010)- Lo que pocos saben es que el enfrentamiento entre ambos no es nuevo, y ya tiene un capítulo judicial, que tiene a su cargo la jueza federal María Servini de Cubría. Se trata de una denuncia del jefe de Gabinete cuando Solanas quedó expuesto al escarnio por la irrupción de un supuesto espía asesor de Claudio Lozano en oficinas del Ministerio de Economía.Solanas, a través de los medios de comunicación y de Twitter, llamó a Aníbal Fernández “ministro delincuente”, “sordo y lenguaraz”, “idiota” y “cerebro de los aprietes”. Aníbal lo querelló por “calumnias e injurias” y Pino Solanas, en lugar de decir que se había referido a asuntos de interés público, con lo cual hubiera quedado automáticamente a salvo de la persecución penal, eligió el camino más complicado: redobló la apuesta y dijo que no se refería las cuestiones públicas del jefe de Gabinete.La Cámara Federal no le aceptó la jugada, designo a Servini de Cubría y encaminó la causa al sobreseimiento a favor del diputado.No obstante, los cruces prometen seguir, de modo que mal podría afirmarse que el capítulo está cerrado.