No a las colectoras

La estrategia electoral está a la orden del día. Néstor Kirchner no solo se empecinó con inscribir en su boleta a ministros y gobernadores, sino... Por Cuarto Intermedio

La estrategia electoral está a la orden del día. Néstor Kirchner no solo se empecinó con inscribir en su boleta a ministros y gobernadores, sino que también presiona a los intendentes del conurbano para que no se corten solos por más que le hayan manifestado su apoyo. “Dime con quien andas y te diré quien eres”, parecería pensar el ex mandatario. 

 (Cuarto Intermedio  – 16 de abril de 2009)- El titular del Partido Justicialista y precandidato a diputado de la Nación por la provincia de Buenos Aires, Néstor Kirchner, ordenó a sus colaboradores e intendentes más allegados que destraben toda posibilidad consistente en la elaboración de listas por “colectora”,  ya que pretende unificar a todo el peronismo fiel al kirchnerismo para hacerle frente a la dupla De Narváez-Solá, que hoy en día y según lo marcan las encuestas, será la fórmula con la que disputará el mayor caudal de votos el próximo 28 de junio.Paradójicamente, el sistema de las “colectoras” favoreció considerablemente en la elección presidencial de Cristina Fernández. No obstante, temas que están a la orden del día como la inseguridad y la falta de fondos para obra pública, hicieron repensar a más de un municipio del conurbano bonaerense la posibilidad de elaborar su propia lista y omitir el sello del Frente para la Victoria, aunque sin dejar de lado el apoyo a los candidatos del oficialismo. Aún así, alternativas como éstas, son las que se intentan evitar dado que la posibilidad del portazo ante cualquier adversidad, estaría latente desde el 29 de junio en adelante.Uno de los casos más recientes fue el del intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, quien fue el primero del mismo seno justicialista (actualmente es Secretario General del PJ), en cuestionar las “candidaturas testimoniales” y mostrarse adverso a la estrategia electoral del ex Presidente. De todas formas, una suerte de lobby entre sus pares distritales y hasta del sector metalúrgico, lograron que desistiera cualquier intento o señal tendiente a cruzar la vereda.